Biblia
Jerusalén: 18. Como los discípulos de Juan y los fariseos estaban
ayunando, vienen y le dicen: «¿Por qué mientras los discípulos de Juan y los
discípulos de los fariseos ayunan, tus discípulos no ayunan?» 19. Jesús
les dijo: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está
con ellos? Mientras tengan consigo al novio no pueden ayunar. 20. Días
vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán, en aquel
día. 21. Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo,
pues de otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se produce
un desgarrón peor.22. Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro
modo, el vino reventaría los pellejos y se echaría a perder tanto el vino como
los pellejos: sino que el vino nuevo, en pellejos nuevos.
Comentario:
Habla señor que tu siervo escucha, Espíritu Santo de Dios bendito seas. Jesús sabiendo que en
el futuro moriría por nosotros en la cruz, cuando estaba con los discípulos, era un tiempo de Dios con nosotros y el hombre experimentó su magisterio, su misericordia, su poder y nos hablaba
directamente, estábamos de fiesta. Ahora que no está, nos dejó
el Espíritu Santo y ayunamos para hacer
cosas mayores de las que Jesús hizo en el nombre del padre.
Ahora con la ayuda del Espíritu Santo y en el nombre de Jesús que esta sobre todo nombre, podemos expulsar demonios, enfermedades y contagiar a todos con su amor.
El mensaje de Jesús se puede
comparar a un vino tan extraordinario que las viejas tradiciones ya no lo
pueden contener, nosotros debemos ser vasijas renovadas y sumisos al
Espíritu Santo para contener ese amor extraordinario que Dios quiere dar a
todos.
Ahora con la ayuda del Espíritu Santo y en el nombre de Jesús que esta sobre todo nombre, podemos expulsar demonios, enfermedades y contagiar a todos con su amor.
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