sábado, 24 de enero de 2015

San Marcos 3, 20-21


Biblia Jerusalén: 20. Vuelve a casa. Se aglomera otra vez la muchedumbre de modo que no podían comer. 21. Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de él, pues decían: «Está fuera de sí.»

Comentario: Ven Espíritu Santo, guíanos ayúdanos a entender tu palabra, gloria y alabanzas a ti que eres el rey de reyes. Jesús se daba por completo en el afán de cada día, esa era su vida, predicar, sanar enfermos y apartarse a orar, no se preocupaba por comer. Nosotros tenemos esa misión, si nos pareciéramos a Jesús deberíamos entréganos  a los demás y cada día alimentarnos de su presencia para así darnos siempre a ellos, los que necesitan amor, comprensión, orando por ellos, escuchándolos, dándoles palabras de aliento,  entrando en la locura de la evangelización aunque nos critiquen. Querido hermano si te sientes cansado, descansa en los brazos de Jesús que él te confortará. […]Queridos amigos, también entre los parientes de Jesús hubo algunos que a un cierto punto no compartieron su modo de vivir y de predicar, nos lo dice el Evangelio. Pero su Madre lo siguió siempre fielmente, manteniendo fija la mirada de su corazón en Jesús, el Hijo del Altísimo, y en su misterio. Y al final, gracias a la fe de María, los familiares de Jesús entraron a formar parte de la primera comunidad cristiana.» (S.S. Francisco, 18 de agosto de 2013).

1 comentario:

Sucre dijo...

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