sábado, 21 de febrero de 2015

San Lucas 5, 27-32

Biblia Jerusalén: 27. Después de esto, salió y vio a un publicano llamado Leví, sentado en el despacho de impuestos, y le dijo: «Sígueme.» 28. El, dejándolo todo, se levantó y le siguió. 29. Leví le ofreció en su casa un gran banquete. Había un gran número de publicanos, y de otros que estaban a la mesa con ellos. 30. Los fariseos y sus escribas murmuraban diciendo a los discípulos: «¿Por qué coméis y bebéis con los publicanos y pecadores?» 31. Les respondió Jesús: «No necesitan médico los que están sanos, sino los que están mal. 32. No he venido a llamar a conversión a justos, sino a pecadores.»

Comentarios: Ven espíritu Santo, paráclito, acompañante y consolador. Jesús nos llama igual que a Levi, por nuestro nombre, debemos dejar los vicios, el desamor, la amargura, los celos, la infidelidad, la tristeza, en fin todas las cosas que nos apartan de Dios. Oración: Gracias señor por tu gran misericordia, por quitar mis ataduras, perdonar mis pecados y borrarlos para siempre, donde vallas te seguiré amado mío.

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