viernes, 27 de febrero de 2015

San Mateo 5, 20-26


Biblia Jerusalén: 20. El se fue y empezó a proclamar por la Decápolis todo lo que Jesús había hecho con él, y todos quedaban maravillados. 21. Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla y se aglomeró junto a él mucha gente; él estaba a la orilla del mar. 22. Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies, 23. y le suplica con insistencia diciendo: «Mi hija está a punto de morir; ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva.» 24. Y se fue con él. Le seguía un gran gentío que le oprimía. 25. Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, 26. y que había sufrido mucho con muchos médicos y había gastado todos sus bienes sin provecho alguno, antes bien, yendo a peor.

Comentario: Ven Espíritu Santo de Dios, Abad bendito y alabado. Muchos acudían hasta Jesús con fe, hoy está con nosotros vivo resucitado, acompañado de los mismos signos, curando enfermos y predicando el evangelio de la verdad para que sepamos que tiene poder para perdonarnos, para sanarnos, para liberarnos, en fin tiene la autoridad que viene de Dios para salvarnos y por sus yagas nos dio hasta la última gota de su sangre poderosa. Así como esa mujer acudió a él con fe diciendo: con solo tocar su mando sanaré, acudamos todos nosotros para que así como ella quedemos completamente sanos.


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